domingo, 24 de julio de 2011
Dios llora en la tierra
Y no se nota porque Dios no existe, declaran los llamados "ateos"; puede o no llorar, dicen los "agnósticos", son efectos de la naturaleza, dicen los evolucionistas; son los efectos del libre mercado en su lógica de producción, dicen los anticapitalistas; son los efectos del calentamiento global, dicen los ambientalistas; es la naturaleza del darwinismo social, declaran los derechistas extremos; es la culpa de la misma religión que prohibe consumir la carne de animales, declaran otros. Pero, ahí está la realidad, los niños lloran de hambre, la viuda por la guerra, el empobrecido y los invisibilizados, claman justicia.Dios llora en la tierra, Dios es herido en su humanidad. Voz que clama en el desierto, ¿dónde estás? El caballo blanco está presente con su jinete, es la esperanza, la resistencia cristiana, los seres que trabajan en silencio por las víctimas; son los héroes de la fe, los que arriesgan su vida y denuncian, los que dejan todo atrás y siguen el eco de la humanidad, son los que negandose así mismo y cargando con su cruz siguen a Jesús de Nazareth. Es la mística de los que creen que es hora, el momento para levantarse, es la hora de indignarse, no más!!! Abre mis ojos Señor, para que pueda ver, danos un corazón grande para amar, un corazón que no se aferre a lo finito, un splagnizo social. ¿Será mucho pedir?
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